Con este nuevo medio se reducen los tiempos de viaje, se evita el tráfico, no se contamina. Lo describen como un modo de transporte ágil y placentero.

El usuario accede al servicio mediante una APP  y se puede pagar con tarjeta de crédito y débito. Los monopatines son impulsados por un motor eléctrico y tienen dos frenos, en el manubrio y en la rueda trasera.

La sanción de la norma en Buenos Aires que regula el uso de monopatines eléctricos, desde GRIN sostienen que se trata de una «red de movilidad limpia, eficiente y novedosa» para la ciudad. Para los prestadores del servicio, el sistema y la instalación de sus estaciones colaboran a la incentivación de la actividad social y económica de los barrios donde se ubican.

Así funciona

En la Estación GRIN donde se retira, se escanea el código del monopatín y se accede a su utilización. Al finalizar el recorrido, se debe entregar en la Estación GRIN más cercana.

Las estaciones se encuentran ubicadas en comercios conocidos y accesibles en toda el área cubierta por el servicio y la llegada de GRIN significa, según sus impulsores, un estímulo para su actividad.

 

Mirá la nota a Iván Amelong, gerente general de GRIN: 

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