Coca-Cola de Argentina inauguró sus nuevas oficinas corporativas ubicadas en Vedia 4090, en el barrio de Saavedra, un polo en expansión donde confluyen cada vez más empresas. El edificio, construido por la Compañía con una inversión de US$50 millones, alberga al equipo de la operación local y es también sede regional para las autoridades del cono Sur.

Por su construcción moderna es un ícono en innovación y aspira a ser el primero en Argentina en recibir la certificación LEED Platinum, la máxima distinción de proyectos de construcción que demuestran un compromiso con la sustentabilidad al cumplir los más altos estándares de desempeño en eficiencia energética y bajo impacto al medio ambiente desde la construcción de sus cimientos.

Esta inversión forma parte del plan de US$1.000 millones de dólares que Coca-Cola está ejecutando desde 2016 en Argentina y se suma a los US$1.200 millones que la compañía anunció para los próximos tres años.

Bajo la planificación y ejecución de los estudios de arquitectura M|SG|S|S|S y Rosellini, el edificio cristaliza desde la concepción de cada uno de sus espacios la nueva cultura de trabajo que promueve la compañía. Se trata de una filosofía 100% open space que propicia el trabajo colaborativo, en equipo, la integración entre áreas y la agilidad en la ejecución de los proyectos de manera innovadora, optimista y creativa.

El moderno edificio, de 15.000 m2, cuenta con 14 pisos: 10 de espacios abiertos de trabajo con escritorios, salas de reuniones y “neighborhoods”: vecindarios pensados para que todos los empleados se conozcan, trabajen juntos y formen nuevos equipos de trabajo o afinidad. La terraza, ubicada en la última planta, alberga paneles solares que hacen a la sustentabilidad y eficiencia energética del edificio. Los restantes tres pisos fueron diseñados para ofrecer a los empleados una mayor calidad de vida laboral y personal: un gimnasio, una sala de relax y distensión y un gran comedor con vistas panorámicas de la ciudad de Buenos Aires.

Asimismo, cuenta con los más altos estándares en cuanto a eficiencia energética, lumínica e hídrica: uso de energías renovables, sensores de presencia y de luz natural, sistemas automatizados de cortinas y terrazas verdes son algunos de los aspectos destacados de la construcción.

 

Para contribuir a mitigar las inundaciones en la zona y reutilizar agua, el edificio cuenta con superficie vegetada que permite no solo absorber gran parte del agua de tormenta que cae sobre estas superficies, sino ralentizar el agua de escurrimiento, que es dirigida a un tanque de aguas grises de 70.000 litros de capacidad en donde ingresa a un proceso de filtrado para luego incorporarse nuevamente al edificio para descargas de inodoros y mingitorios, para riego y para el uso de las torres de enfriamiento. De esta manera, el proyecto genera un gran impacto positivo, ya que prácticamente toda el agua de tormenta es reutilizada dentro del edificio evitando que se transfiera a la red pluvial de la Ciudad de Buenos Aires.