Por Florencia Salvi, especialista en estrategia de sustentabilidad, procesos de diálogo e impacto social, y consultora del Premio Ciudadanía Empresaria de AmCham.

Cursos de agua exhaustos, sequías inéditas, pueblos y comunas sin agua potable, incendios que se cobran vidas y devoran miles de hectáreas de bosques. Todos ellos son eventos naturales extremos cada vez más habituales.

La ausencia persistente de lluvias y las consecutivas olas de calor en el viejo continente, que en algunos casos superan los 40°C con apenas 10% de humedad se traducen en una situación dramática que, según los expertos, tiende a agravarse, y que provoca que caigan drásticamente las cosechas y se impongan medidas de emergencia.

La falta de agua repercute en la vida diaria de las personas. En el mundo, una de cada tres personas no tiene acceso a agua potable salubre, y dos de cada cinco personas no disponen de una instalación básica destinada a lavarse las manos con agua y jabón. No podemos hacer oídos sordos ante esta realidad, el acceso al agua como recurso fundamental para la vida es un tema central de la sustentabilidad. En el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, el OD6 plantea la posibilidad de garantizar la disponibilidad de agua, la gestión sostenible y el saneamiento para todos.

Si bien se ha conseguido progresar de manera sustancial a la hora de ampliar el acceso a agua potable y saneamiento, existen miles de millones de personas (principalmente en áreas rurales) que aún carecen de estos servicios básicos en todo el mundo. No podemos hacer oídos sordos ante esta realidad, el acceso al agua como recurso fundamental para la vida es un tema central de la sustentabilidad.

El cambio climático como potenciador de los conflictos vinculados al agua nos llama una vez más a reflexionar y a actuar. El compromiso de las empresas tanto a nivel global como a nivel local es un requerimiento que convalida la materialidad de la temática y la necesidad de acciones inmediatas.

Gobiernos y empresas están trabajando activamente en lograr el uso eficiente de los recursos hídricos, y asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento para hacer frente a la escasez de agua, reduciendo considerablemente el número de personas que sufren su falta. En conjunto, ciudadanos, gobiernos, empresas, academia y sector social debemos trabajar con una mirada ecosistémica y sustentable para abordar múltiples desafíos que necesitan de nuestra acción urgente.

En AmCham Argentina impulsamos hace 24 años el Premio Ciudadanía Empresaria, y estamos convencidos que la sustentabilidad hoy en día es un eje clave y transversal en el mundo de los negocios.

Es evidente que la naturaleza es fundamental para reducir el calentamiento global, protegiendo y restaurando los ecosistemas. Pues, todos los ecosistemas son imprescindibles y por esto mismo, para la edición 2022 del Premio Ciudadanía Empresaria nos hemos inspirado en los corales como uno de los ecosistemas marinos más completos y complejos.

El Premio ha convocado a empresas de todo el país a participar y mostrar su contribución para ser protagonistas de la solución. Hoy, nos inspiramos en la naturaleza para replicar las mejores prácticas de colaboración e interconexión como forma de potenciar la vida. Dar visibilidad a las mejores prácticas llevadas adelante por empresas es una forma de inspirar a otros a seguir el mismo camino, uno que sin dudas es beneficioso para todos.